domingo, 5 de febrero de 2012

Critica

TU AUSENCIA ANIMAL
por JORGE PAOLANTONIO
                 
       Analía Sanchez-Ezequiel Matzkin han pergeñado un texto que podría transcurrir en la barda pampeana o sobre los jasis belenistos. El lugar y su aridez son solo referentes. La anécdota -cuya entidad se descuelga de predadores arqueológicos y otras gringadas- sirve para iluminar la añoranza y la resistencia de una lugareña flanqueada por soledades inhóspitas, sed, hambre, perra y gallina. Ella lucha y comparte su nada con “la Shila” y “la Noelia” que invariablemente ponen color a ciertos grises argumentales. Hay toques de humor directo pero también una sutil manera de revertir la animalidad. Una especie de dominó jugado con piezas multiformes.   
          La acción está siempre en el peso de lo deslizado. Desde el esqueleto de un mastodonte fósil hasta el hallazgo de un inesperado filón a explotar, todo cabe en la codicia del invasor. No hay ampulosidad. Más bien una sabia administración del discurso. El monólogo se interna por vericuetos donde los latinazgos hacen un delicioso puré con neologismos, vocablos, tonada y modismos litoraleños y la riqueza de una psicología de sobremesa. El “paniatá” [panic attack] rivaliza en gracia con los consejos de Curanana, manosanta local.  
        Entre una multiplicidad de resonancias, es la violencia de género la que surge con fuerza entre los pliegues del manto que intenta fosilizar a esta anti-heroína. Al animal ausente le corresponde otro animal que implícitamente está bordado con una rústica ternura. Brilla en su desdicha. Y opone una miedosa resistencia a los molinos de viento: helicópteros que traen y llevan avaricia y felicidad declamada. Hay risas, sonrisas y muecas. Hay alegato. Hay sustento teatral. Hay una labor actoral que sobresale: se llama Analía Sánchez. 
 

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